RESUMEN: CREATIVIDAD EN LA EDUCACIÓN: EDUCAR PARA TRANSFORMAR
Julián Betancourt Morejón
La Creatividad Nos Permite Una Educación Flexible
Educar en la creatividad es educar para el cambio y formar personas ricas en originalidad, flexibilidad, visión futura, iniciativa, confianza, amantes de los riesgos y listas para afrontar los obstáculos y problemas que se les van presentado en su vida escolar y cotidiana, además de ofrecerles herramientas para la innovación.
La creatividad favorece potencialidades y consiguiendo una mejor utilización de los recursos individuales y grupales dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje.
La concepción acerca de una educación creativa parte del planteamiento de que la creatividad está ligada a todos los ámbitos de la actividad humana y es el producto de un devenir histórico social determinado.
Creatividad es el potencial humano integrado por componentes cognoscitivos, afectivos, intelectuales y volitivos, que a través de una atmósfera creativa se pone de manifiesto, para generar productos novedosos y de gran valor social y comunicarlos transcendiendo en determinados momentos el contexto histórico social en el que se vive.
Este concepto, integracionista o conjuncionista, plantea una interrelación dialéctica de las dimensiones básicas con que frecuentemente se ha definido la creatividad de manera unilateral: persona, proceso, producto, medio.
Una educación creativa es una educación desarrolladora y autorrealizadora, en la cual no solamente resulta valioso el aprendizaje de nuevas habilidades y estrategias de trabajo, sino también el desaprendizaje de una serie de actitudes que en determinados momentos nos llenan de candados psicológicos para ser creativos o para permitir que otros lo sean.
Educar en la creatividad implica partir de la idea de que ésta no se enseña de manera directa, sino que se propicia y que para esto es necesario tomar en cuenta las siguientes sugerencias:
1. Aprender a tolerar la ambigüedad e incertidumbre. El maestro pudiera favorecer en los estudiantes el desarrollar una tolerancia a la ambigüedad, dándoles más espacio en sus clases para pensar sobre una situación problemática que se les presenta y estimulándolos a reflexionar desde el principio de la clase. También logrando que formen parte de las reglas del grupo, un periodo de ambigüedad ante los trabajos y conocimientos que deben edificar.
Siguiendo con esta idea, la incertidumbre es otro alimento de la clase creativa. Es decir, se debe crear un clima dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje donde el conocimiento que se está trabajando no se dé como inmutable y estático.
2. Favorecer la voluntad para superar obstáculos y perseverar. Los obstáculos se convierten en oportunidades y no en amenazas.
3. Desarrollar la confianza en sí mismo y en sus convicciones. En la escuela se debe cultivar la confianza en sí mismo a través de indicadores que no siempre sean las buenas notas y el pasar de grado. Otros indicadores que se debieran tomar pueden ser: la apertura mental, la originalidad, asumir riesgos y plantearse preguntas que en determinados momentos pongan en duda el conocimiento que se está trabajando, entre otros.
4. Propiciar una cultura de trabajo para el desarrollo de un pensamiento creativo y reflexivo.
El maestro que desea lograr un clima donde los alumnos aprendan a pensar y crear mejor, a veces los resultados alcanzados no son los esperados o no son tan gratificantes en un periodo corto de tiempo, pero hay que seguirle poniendo todo el empeño
5. Invitar al alumno a transcender el presente con un proyecto futuro. Esta anticipación se relaciona mucho con el disfrute por el proceso de enseñar más que por los resultados que pueda obtener. También él invita a sus alumnos a creer que toda idea soñada puede ser una idea posible.
6. Aprender a confiar en lo potencial y no sólo en lo real. El profesor debe confiar en las capacidades potenciales de sus alumnos. Debe favorecer una enseñanza desarrolladora y colaborativa en donde lo que el alumno puede realizar con su apoyo.
7. Vencer el temor al ridículo y a cometer errores. En el caso del temor a cometer errores es importante aprender a reciclar los mismos como fuente de aprendizaje.
8. Desarrollar tanto en nuestros maestros como en los alumnos, una actitud diferente ante la responsabilidad del proceso de enseñanza-aprendizaje. Los alumnos deben tomar poco a poco la responsabilidad de su propio aprendizaje en la medida en que desarrollen una motivación intrínseca. El maestro debe facilitar y mediar las oportunidades para que los estudiantes decidan lo que necesitan saber y con qué herramientas construirlo
9. En los salones de clase debería estar bien visible la siguiente frase: "Vivan los riesgos que nos permiten ver las nuevas aristas del conocimiento". Desarrollar una actitud favorable al cambio les va a permitir ver más al aprendizaje como un proceso dialógico y dialéctico en el cual los educadores pueden solamente proceder indirectamente a la verdad.
10. La autoridad para validar el conocimiento debe partir de un proceso social, dialógico y cooperativo. Es necesario romper con aquellas creencias en las cuales el maestro tiene la verdad acerca del conocimiento a construir. Este tipo de maestro genera actitudes en los alumnos ante el aprendizaje que se caracterizan por la inseguridad, la pasividad, la sumisión, la dependencia, la repetitividad, la reproducción de conocimientos más que la construcción activa del mismo.
11. Cuando se propicia un clima creativo la motivación intrínseca y la de logro deben estar presentes. La primera en el sentido de que debe nacer, desarrollarse y realizarse en el propio proceso de enseñanza-aprendizaje. En la segunda, implica desarrollar una actitud en los alumnos ante los logros que van teniendo en la escuela.
12. Es necesaria la contextualización del conocimiento y las habilidades de pensamiento crítico y creativo. Se extrapolan técnicas creadas para una actividad docente a otra completamente diferente.
13. Las necesidades fundamentales del alumno están relacionadas con enseñarle a pensar creativa y reflexivamente, o sea, a pensar de manera excelente. Lo que se requiere es un alumno imaginativo y cuestionador de las verdades que aparecen a través de la voz del maestro o de los libros de textos.
14. Quitar los lentes empañados que en determinadas ocasiones no permiten ver la ignorancia.
Es necesario favorecer que el alumno busque fuentes alternativas de lectura a las oficialmente sugeridas y dejar un espacio de conocimiento a aportar por éste durante la clase.
15. Es más valioso cubrir una pequeña proporción de conocimientos a fondo que una gran cantidad. Es más útil que el alumno obtenga una pequeña parcela del conocimiento que una gran cantidad.
16. Pensar de forma creativa y reflexiva por parte del alumno puede darse rara vez de forma verbal del maestro hacia los alumnos. Puede crear una atmósfera creativa que favorezca las condiciones óptimas para que el alumno aprenda por sí mismo a pensar de estas maneras.
17. Convertir las aulas en espacios para asombrarnos, experimentar e investigar. Para lograr el docente propicia un conocimiento lleno de sorpresas y situaciones inesperadas, lleva a los alumnos a disfrutar de lo inesperado.
18. Los estudiantes necesitan tratarse como personas. Tener una buena comunicación cuando están creando o pensando. Necesitan aprender a retroalimentarse a sí mismos y a los otros durante un proceso creativo o crítico.
19. El cuestionamiento. Es un excelente indicador de que se está trabajando el pensamiento creativo y crítico. Los maestros tienen a la pregunta como una de sus estrategias fundamentales.
20. Construcción de las habilidades de pensamiento creativo y crítico a trabajar en dos planos. Se parte de que todo lo aprendido y por aprender por el alumno se le va a presentar siempre en dos planos: uno fuera de él (interpsíquico) y el otro dentro de él (intrapsíquico).
21. Matrimonio entre los conceptos cotidianos. trae el alumno acerca de la habilidad de pensamiento creativo o crítico, se debe tratar de que el alumno comente sobre los conceptos cotidianos que posee acerca de la habilidad o conocimiento a trabajar para vincularlos de manera orgánica con los científicos. De esta manera los conceptos científicos se enriquecen de la vida cotidiana de los estudiantes que transcienden las paredes del aula.
22. Unidad de lo cognoscitivo y lo afectivo en cada sesión de atmósferas creativas. Se parte siempre de que la actividad lúdica, esté va a movilizar los recursos afectivos e intelectuales de la persona que esté ejercitando en ese momento la misma.
A manera de conclusión pudiéramos señalar lo siguiente:
Educar en la creatividad debe orientarse al desarrollo personal y mejora profesional de la práctica educativa en el proceso de enseñanza-aprendizaje dentro de un contexto histórico social partiendo del criterio de que la creatividad nos permite tener una actitud flexible y transformadora que propone romper las murallas o barreras para edificar la nueva escuela del futuro.
Julián Betancourt Morejón
La Creatividad Nos Permite Una Educación Flexible
Educar en la creatividad es educar para el cambio y formar personas ricas en originalidad, flexibilidad, visión futura, iniciativa, confianza, amantes de los riesgos y listas para afrontar los obstáculos y problemas que se les van presentado en su vida escolar y cotidiana, además de ofrecerles herramientas para la innovación.
La creatividad favorece potencialidades y consiguiendo una mejor utilización de los recursos individuales y grupales dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje.
La concepción acerca de una educación creativa parte del planteamiento de que la creatividad está ligada a todos los ámbitos de la actividad humana y es el producto de un devenir histórico social determinado.
Creatividad es el potencial humano integrado por componentes cognoscitivos, afectivos, intelectuales y volitivos, que a través de una atmósfera creativa se pone de manifiesto, para generar productos novedosos y de gran valor social y comunicarlos transcendiendo en determinados momentos el contexto histórico social en el que se vive.
Este concepto, integracionista o conjuncionista, plantea una interrelación dialéctica de las dimensiones básicas con que frecuentemente se ha definido la creatividad de manera unilateral: persona, proceso, producto, medio.
Una educación creativa es una educación desarrolladora y autorrealizadora, en la cual no solamente resulta valioso el aprendizaje de nuevas habilidades y estrategias de trabajo, sino también el desaprendizaje de una serie de actitudes que en determinados momentos nos llenan de candados psicológicos para ser creativos o para permitir que otros lo sean.
Educar en la creatividad implica partir de la idea de que ésta no se enseña de manera directa, sino que se propicia y que para esto es necesario tomar en cuenta las siguientes sugerencias:
1. Aprender a tolerar la ambigüedad e incertidumbre. El maestro pudiera favorecer en los estudiantes el desarrollar una tolerancia a la ambigüedad, dándoles más espacio en sus clases para pensar sobre una situación problemática que se les presenta y estimulándolos a reflexionar desde el principio de la clase. También logrando que formen parte de las reglas del grupo, un periodo de ambigüedad ante los trabajos y conocimientos que deben edificar.
Siguiendo con esta idea, la incertidumbre es otro alimento de la clase creativa. Es decir, se debe crear un clima dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje donde el conocimiento que se está trabajando no se dé como inmutable y estático.
2. Favorecer la voluntad para superar obstáculos y perseverar. Los obstáculos se convierten en oportunidades y no en amenazas.
3. Desarrollar la confianza en sí mismo y en sus convicciones. En la escuela se debe cultivar la confianza en sí mismo a través de indicadores que no siempre sean las buenas notas y el pasar de grado. Otros indicadores que se debieran tomar pueden ser: la apertura mental, la originalidad, asumir riesgos y plantearse preguntas que en determinados momentos pongan en duda el conocimiento que se está trabajando, entre otros.
4. Propiciar una cultura de trabajo para el desarrollo de un pensamiento creativo y reflexivo.
El maestro que desea lograr un clima donde los alumnos aprendan a pensar y crear mejor, a veces los resultados alcanzados no son los esperados o no son tan gratificantes en un periodo corto de tiempo, pero hay que seguirle poniendo todo el empeño
5. Invitar al alumno a transcender el presente con un proyecto futuro. Esta anticipación se relaciona mucho con el disfrute por el proceso de enseñar más que por los resultados que pueda obtener. También él invita a sus alumnos a creer que toda idea soñada puede ser una idea posible.
6. Aprender a confiar en lo potencial y no sólo en lo real. El profesor debe confiar en las capacidades potenciales de sus alumnos. Debe favorecer una enseñanza desarrolladora y colaborativa en donde lo que el alumno puede realizar con su apoyo.
7. Vencer el temor al ridículo y a cometer errores. En el caso del temor a cometer errores es importante aprender a reciclar los mismos como fuente de aprendizaje.
8. Desarrollar tanto en nuestros maestros como en los alumnos, una actitud diferente ante la responsabilidad del proceso de enseñanza-aprendizaje. Los alumnos deben tomar poco a poco la responsabilidad de su propio aprendizaje en la medida en que desarrollen una motivación intrínseca. El maestro debe facilitar y mediar las oportunidades para que los estudiantes decidan lo que necesitan saber y con qué herramientas construirlo
9. En los salones de clase debería estar bien visible la siguiente frase: "Vivan los riesgos que nos permiten ver las nuevas aristas del conocimiento". Desarrollar una actitud favorable al cambio les va a permitir ver más al aprendizaje como un proceso dialógico y dialéctico en el cual los educadores pueden solamente proceder indirectamente a la verdad.
10. La autoridad para validar el conocimiento debe partir de un proceso social, dialógico y cooperativo. Es necesario romper con aquellas creencias en las cuales el maestro tiene la verdad acerca del conocimiento a construir. Este tipo de maestro genera actitudes en los alumnos ante el aprendizaje que se caracterizan por la inseguridad, la pasividad, la sumisión, la dependencia, la repetitividad, la reproducción de conocimientos más que la construcción activa del mismo.
11. Cuando se propicia un clima creativo la motivación intrínseca y la de logro deben estar presentes. La primera en el sentido de que debe nacer, desarrollarse y realizarse en el propio proceso de enseñanza-aprendizaje. En la segunda, implica desarrollar una actitud en los alumnos ante los logros que van teniendo en la escuela.
12. Es necesaria la contextualización del conocimiento y las habilidades de pensamiento crítico y creativo. Se extrapolan técnicas creadas para una actividad docente a otra completamente diferente.
13. Las necesidades fundamentales del alumno están relacionadas con enseñarle a pensar creativa y reflexivamente, o sea, a pensar de manera excelente. Lo que se requiere es un alumno imaginativo y cuestionador de las verdades que aparecen a través de la voz del maestro o de los libros de textos.
14. Quitar los lentes empañados que en determinadas ocasiones no permiten ver la ignorancia.
Es necesario favorecer que el alumno busque fuentes alternativas de lectura a las oficialmente sugeridas y dejar un espacio de conocimiento a aportar por éste durante la clase.
15. Es más valioso cubrir una pequeña proporción de conocimientos a fondo que una gran cantidad. Es más útil que el alumno obtenga una pequeña parcela del conocimiento que una gran cantidad.
16. Pensar de forma creativa y reflexiva por parte del alumno puede darse rara vez de forma verbal del maestro hacia los alumnos. Puede crear una atmósfera creativa que favorezca las condiciones óptimas para que el alumno aprenda por sí mismo a pensar de estas maneras.
17. Convertir las aulas en espacios para asombrarnos, experimentar e investigar. Para lograr el docente propicia un conocimiento lleno de sorpresas y situaciones inesperadas, lleva a los alumnos a disfrutar de lo inesperado.
18. Los estudiantes necesitan tratarse como personas. Tener una buena comunicación cuando están creando o pensando. Necesitan aprender a retroalimentarse a sí mismos y a los otros durante un proceso creativo o crítico.
19. El cuestionamiento. Es un excelente indicador de que se está trabajando el pensamiento creativo y crítico. Los maestros tienen a la pregunta como una de sus estrategias fundamentales.
20. Construcción de las habilidades de pensamiento creativo y crítico a trabajar en dos planos. Se parte de que todo lo aprendido y por aprender por el alumno se le va a presentar siempre en dos planos: uno fuera de él (interpsíquico) y el otro dentro de él (intrapsíquico).
21. Matrimonio entre los conceptos cotidianos. trae el alumno acerca de la habilidad de pensamiento creativo o crítico, se debe tratar de que el alumno comente sobre los conceptos cotidianos que posee acerca de la habilidad o conocimiento a trabajar para vincularlos de manera orgánica con los científicos. De esta manera los conceptos científicos se enriquecen de la vida cotidiana de los estudiantes que transcienden las paredes del aula.
22. Unidad de lo cognoscitivo y lo afectivo en cada sesión de atmósferas creativas. Se parte siempre de que la actividad lúdica, esté va a movilizar los recursos afectivos e intelectuales de la persona que esté ejercitando en ese momento la misma.
A manera de conclusión pudiéramos señalar lo siguiente:
Educar en la creatividad debe orientarse al desarrollo personal y mejora profesional de la práctica educativa en el proceso de enseñanza-aprendizaje dentro de un contexto histórico social partiendo del criterio de que la creatividad nos permite tener una actitud flexible y transformadora que propone romper las murallas o barreras para edificar la nueva escuela del futuro.
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