jueves, 19 de febrero de 2009

UNESCO: INNOVACIÓN Y CREATIVIDAD EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR


Resumen: UNESCO: INNOVACIÓN Y CREATIVIDAD EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR

David de Prado y Mª José Benítez

Extractos de la Conferencia Mundial sobre Educación Superior, Declaración Mundial sobre Educación Superior en el siglo XXI: Visión y Acción, UNESCO, París 1998

Los sistemas de educación superior deben aumentar su capacidad para cambiar y provocar cambios, para atender a las necesidades sociales y promover la solidaridad y la igualdad; para atender y mantener un nivel indispensable de calidad para permitir su integración total en la sociedad de conocimiento global del nuevo siglo
1. Funciones De La Educación Superior
Preparar ciudadanos responsables capaces de atender a las necesidades de todos los aspectos de la actividad humana combinando “conocimientos teóricos y prácticos de alto nivel que se adapten a las necesidades presentes y futuras de la sociedad.
Ejerciendo un tipo de autoridad intelectual que la sociedad necesita, actuando para la previsión, alerta y prevención. Utilizando su capacidad intelectual y prestigio moral para defender y difundir activamente los valores de paz, justicia, libertad, igualdad, solidaridad y autonomía.
2. Nueva Visión De La Educación Superior
Permitir que haya igualdad de acceso asegurando un sistema equitativo y no discriminatorio de educación superior favoreciendo particularmente la participación activa de las mujeres en los niveles de elaboración de políticas tanto en la educación superior como en la sociedad.
Se debe dar igualdad de oportunidades en educación superior, tanto en educación como en formación.
Asimismo se habla de aproximaciones educacionales innovadoras, refiriéndose al pensamiento crítico y creatividad donde las instituciones de educación superior tienen que educar estudiantes para ser ciudadanos bien informados y profundamente motivados, capaces de pensar crítica y analíticamente los problemas de la sociedad, buscando soluciones y de aceptar responsabilidades sociales.
3. De La Visión A La Acción
“La calidad en educación superior es un concepto multidimensional que debe envolver todas sus actividades: enseñanza y programas académicos, investigación y fomento de la ciencia” atendiendo a la “diversidad y evitar la uniformidad”.
En la educación superior se debe establecer el uso de tecnologías que permitan innovación en los recursos pedagógicos, creando nuevos ambientes pedagógicos y desarrollando calidad en la educación.
4. Acciones Prioritarias. Estrategias
Tomar las medidas necesarias para reforzar el servicio de extensión a la comunidad, en actividades que tienen por objetivo la eliminación de la pobreza, violencia, analfabetismo, hambre y enfermedades, mediante la creación de oportunidades para la educación de adultos de forma flexible, abierta y creativa”.
5. Conclusión Final
El despliegue de la Creatividad está basado en el desarrollo y la aplicación de nuevas metodologías, en la incorporación de nuevos contenidos y prácticas en la educación superior que exige el uso de metodologías creativas específicas, para que el futuro pueda ser reinventado es preciso que en el presente se produzca una transformación radical que fructifique en una nueva visión de la Educación Superior.

miércoles, 18 de febrero de 2009

“LA EDUCACION CREATIVA COMO DEMANDA SOCIAL EN LA FORMACION DE PROFESORES DEL SIGLO XXI”


“LA EDUCACION CREATIVA COMO DEMANDA SOCIAL EN LA FORMACION DE PROFESORES DEL SIGLO XXI”
Dra. María Inés Solar.

La educación creativa responde a los nuevos escenarios que afectan a los procesos formativos en el nuevo modelo de enseñanza superior centrado en el estudiante. La preparación para el trabajo autónomo, el aprendizaje de habilidades cognitivas de nivel superior, la adaptación a situaciones emergentes, el desarrollo del espíritu emprendedor y la capacidad creativa, la diversificación en las formas de aprender y de enseñar, surgen comodemandas de una formación innovadora.
El interés por la creatividad responde a las nuevas demandas por generar cambios en los procesos formativos en todos los niveles educativos, ante escenarios generados por las nuevas tecnologías de la información, el acelerado avance de la ciencia, la globalización e internalización de las instituciones, las problemáticas sociales, en el nuevo paradigma de la complejidad.
Las estrategias de carácter innovador y creativo buscan entre otros aspectos, desarrollar capacidades y habilidades de ideación, interacción, elaboración, competencia comunicativa, argumentación para expresar y defender los propios puntos de vista, el trabajo colaborativo y el desempeño de roles diversos.
Se aborda el concepto de creatividad desde el pensamiento complejo, como un intento de comprender la creatividad en una perspectiva interdisciplinaria, en la que tienen mucho que aportar la psicología cognitiva, la neurociencia, la biología, la antropología, la pedagogía, la sociología, la fisiología.
Los sistemas educativos y el desarrollo de la creatividad
La creatividad es hoy en día parte de nuestra existencia, es un desafío a la manifestación de la libertad, del poder de la independencia de la mente humana.
La creatividad es una creación humana, resultado de determinados procesos históricos, plagados de conflictos etimológicos, semánticos, y filosóficos.
Se reconoce que la creatividad es un proceso complejo. La complejidad forma parte intrínseca de la persona, del proceso, del entorno y del producto creativo. La creatividad nace de la tensión dinámica entre equilibrio y desequilibrio, orden y caos, lo objetivo y lo subjetivo, análisis y síntesis.
Stenberg (1995), aludía que “la creatividad es una decisión” acerca de una actitud hacia la vida.Expresión De La Creatividad En Distintas Etapas Del Desarrollo
La creatividad puede considerarse única en su naturaleza, en su expresión es múltiple. El niño preescolar, el escolar o adolescente, el universitario o adulto tienen un modo diferente de ser, de concebir la realidad, de interesarse por las cosas y por lo tanto de expresarse creativamente.
Durante la Primera Infancia se hace necesario educar en la creatividad. El niño crece y aprende descubriendo, transformando, creando. Todo estimulo pasa por la emoción y la fantasía antes de ser procesado por el pensamiento o incluso los patrones sociales. La creatividad en el niño comienza cuando, por primera vez, él hace una relación que no tenía hecha previamente.
La creatividad en primaria, según S. de la Torre necesita de la interrelación, interacción, fecundación y diseminación de la creatividad en todos los componentes educativos: políticas, administración, organización, docente y discente, estrategias y evaluación.
En la adolescencia A. Gervilla (2006), señala que el desarrollo de la capacidad creadora no puede dejarse al azar ni a la espera de una ocasión determinada. Se debe trabajar con los adolescentes aplicando estrategias de aprendizaje creativo.
Durante la Enseñanza Universitaria la creatividad debe ser analizada también en los programas y currículo y no sólo en los sujetos. Un estudiante será más creativo si los ambientes y programas valoran y facilitan su expresión y si contamos con educadores innovadores y creativos.
En la tercera edad, la creatividad es el arte de vivir, es una actitud ante la vida, un estilo de relacionarse con el entorno, un dinamismo poderoso y profundo que da sentido a la existencia.
Nueva Concepción De La Docencia: El Currículum Creativo
Los aportes de las investigaciones en estos campos, nos incentivan para replantear las concepciones de aprendizaje y enseñanza dentro del nuevo esquema educativo. De este modo se concibe el aprendizaje como un proceso socialmente mediado, basado en el conocimiento (qué, cómo), que exige compromiso activo, motivación, esfuerzo, implicación para lograr como resultado un cambio en la comprensión, ampliar las capacidades humanas y percibir relaciones significativas, entre la nueva información y el conocimiento previo del alumno.
Como bien expresa Saturnino de la Torre (2003), vivimos en un mundo plural, en que la diversidad debe ser considerada como una riqueza creativa y no un obstáculo. La cultura en la cual estamos inmersos, nos conforma, condiciona en nuestro modo de pensar, sentir y actuar. Influye en nuestra expresión creativa. Por ello el cambio permanente de nuestra sociedad y el flujo de culturas, reclama una educación flexible y adaptativa, en donde se pueda activar la creatividad de los estudiantes. Todo esto requiere de profesores creativos, de un entorno estimulante que fomente la creatividad, y el enseñar con las acciones.
El nuevo estilo docente que caracterice la enseñanza creativa, se destaca en los siguientes rasgos: respeto al derecho de sus estudiantes a crecer y desarrollarse en su integridad personal y psíquica completa, a su capacidad de aprender, a su biografía académica específica en relación con las asignaturas de que se trata, así como a su futuro proyecto profesional. Significa también el respeto al derecho de los estudiantes a equivocarse y a que sus errores se conviertan en aprendizaje. Por último, cabe agregar el respeto a la autonomía del estudiante, a su participación, y a la expresión de su creatividad.
Es importante enseñar a los estudiantes a tener sus propias responsabilidades, comprender su proceso creativo, valorar sus esfuerzos, criticarse a si mismos. Las personas creativas necesitan afrontar la responsabilidad sobre si mismos y sobre sus ideas, lo que distingue a los individuos creativos es que, al margen de las circunstancias, consiguen dar a sus entornos una tónica personal que refleja el ritmo de sus pensamientos y hábitos de su actuación.
La creatividad, es el alma de las estrategias innovadoras orientadas al aprendizaje, por cuanto es el alumno el que ha de ir mostrando la adquisición de las competencias convenidas en cada una de las carreras (S. de la Torre y V. Violant, 2003).
Reflexiones Finales
Si la creatividad ha de tener un espacio en el proceso formativo del aula, quienes ejercen el liderazgo deberán otorgar el tiempo necesario para que los docentes seleccionen e implementen experiencias educativas problematizadoras, provocadoras, motivadoras, que desafíen a los alumnos hacia un nuevo tipo de relaciones.
Los ambientes creativos serán instancias fundamentales para la expresión sin temores, dudas o miedos del potencial creativo. El profesor es el mediador entre el estudiante y su mundo, le ayuda a estructurar sus percepciones en síntesis significativas. Los jóvenes están abiertos a todas las posibilidades, a todos los desarrollos y a todas las sorpresas. Por tanto, las actividades en el aula tienen que moverse sobre la línea de innovar y deben inspirarse en la creatividad.Las universidades deberán promover políticas y estrategias que permitan potenciar una cultura orientada hacia el cambio dentro de la organización, creando o fortaleciendo organismos que movilicen las iniciativas internas, articulen proyectos a mediano y largo plazo, apoyen la capacitación, las acciones innovadoras.
El cambio curricular que se propone y el nuevo estilo docente, depende en gran medida del perfeccionamiento docente interactivo, que implica una actitud crítica, reflexiva y comprometida con el cambio.

CREATIVIDAD EN LA EDUCACIÓN: EDUCAR PARA TRANSFORMAR


RESUMEN: CREATIVIDAD EN LA EDUCACIÓN: EDUCAR PARA TRANSFORMAR
Julián Betancourt Morejón
La Creatividad Nos Permite Una Educación Flexible

Educar en la creatividad es educar para el cambio y formar personas ricas en originalidad, flexibilidad, visión futura, iniciativa, confianza, amantes de los riesgos y listas para afrontar los obstáculos y problemas que se les van presentado en su vida escolar y cotidiana, además de ofrecerles herramientas para la innovación.
La creatividad favorece potencialidades y consiguiendo una mejor utilización de los recursos individuales y grupales dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje.
La concepción acerca de una educación creativa parte del planteamiento de que la creatividad está ligada a todos los ámbitos de la actividad humana y es el producto de un devenir histórico social determinado.
Creatividad es el potencial humano integrado por componentes cognoscitivos, afectivos, intelectuales y volitivos, que a través de una atmósfera creativa se pone de manifiesto, para generar productos novedosos y de gran valor social y comunicarlos transcendiendo en determinados momentos el contexto histórico social en el que se vive.
Este concepto, integracionista o conjuncionista, plantea una interrelación dialéctica de las dimensiones básicas con que frecuentemente se ha definido la creatividad de manera unilateral: persona, proceso, producto, medio.
Una educación creativa es una educación desarrolladora y autorrealizadora, en la cual no solamente resulta valioso el aprendizaje de nuevas habilidades y estrategias de trabajo, sino también el desaprendizaje de una serie de actitudes que en determinados momentos nos llenan de candados psicológicos para ser creativos o para permitir que otros lo sean.
Educar en la creatividad implica partir de la idea de que ésta no se enseña de manera directa, sino que se propicia y que para esto es necesario tomar en cuenta las siguientes sugerencias:
1. Aprender a tolerar la ambigüedad e incertidumbre. El maestro pudiera favorecer en los estudiantes el desarrollar una tolerancia a la ambigüedad, dándoles más espacio en sus clases para pensar sobre una situación problemática que se les presenta y estimulándolos a reflexionar desde el principio de la clase. También logrando que formen parte de las reglas del grupo, un periodo de ambigüedad ante los trabajos y conocimientos que deben edificar.
Siguiendo con esta idea, la incertidumbre es otro alimento de la clase creativa. Es decir, se debe crear un clima dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje donde el conocimiento que se está trabajando no se dé como inmutable y estático.
2. Favorecer la voluntad para superar obstáculos y perseverar. Los obstáculos se convierten en oportunidades y no en amenazas.
3. Desarrollar la confianza en sí mismo y en sus convicciones. En la escuela se debe cultivar la confianza en sí mismo a través de indicadores que no siempre sean las buenas notas y el pasar de grado. Otros indicadores que se debieran tomar pueden ser: la apertura mental, la originalidad, asumir riesgos y plantearse preguntas que en determinados momentos pongan en duda el conocimiento que se está trabajando, entre otros.
4. Propiciar una cultura de trabajo para el desarrollo de un pensamiento creativo y reflexivo.
El maestro que desea lograr un clima donde los alumnos aprendan a pensar y crear mejor, a veces los resultados alcanzados no son los esperados o no son tan gratificantes en un periodo corto de tiempo, pero hay que seguirle poniendo todo el empeño
5. Invitar al alumno a transcender el presente con un proyecto futuro. Esta anticipación se relaciona mucho con el disfrute por el proceso de enseñar más que por los resultados que pueda obtener. También él invita a sus alumnos a creer que toda idea soñada puede ser una idea posible.
6. Aprender a confiar en lo potencial y no sólo en lo real. El profesor debe confiar en las capacidades potenciales de sus alumnos. Debe favorecer una enseñanza desarrolladora y colaborativa en donde lo que el alumno puede realizar con su apoyo.
7. Vencer el temor al ridículo y a cometer errores. En el caso del temor a cometer errores es importante aprender a reciclar los mismos como fuente de aprendizaje.
8. Desarrollar tanto en nuestros maestros como en los alumnos, una actitud diferente ante la responsabilidad del proceso de enseñanza-aprendizaje. Los alumnos deben tomar poco a poco la responsabilidad de su propio aprendizaje en la medida en que desarrollen una motivación intrínseca. El maestro debe facilitar y mediar las oportunidades para que los estudiantes decidan lo que necesitan saber y con qué herramientas construirlo
9. En los salones de clase debería estar bien visible la siguiente frase: "Vivan los riesgos que nos permiten ver las nuevas aristas del conocimiento". Desarrollar una actitud favorable al cambio les va a permitir ver más al aprendizaje como un proceso dialógico y dialéctico en el cual los educadores pueden solamente proceder indirectamente a la verdad.
10. La autoridad para validar el conocimiento debe partir de un proceso social, dialógico y cooperativo. Es necesario romper con aquellas creencias en las cuales el maestro tiene la verdad acerca del conocimiento a construir. Este tipo de maestro genera actitudes en los alumnos ante el aprendizaje que se caracterizan por la inseguridad, la pasividad, la sumisión, la dependencia, la repetitividad, la reproducción de conocimientos más que la construcción activa del mismo.
11. Cuando se propicia un clima creativo la motivación intrínseca y la de logro deben estar presentes. La primera en el sentido de que debe nacer, desarrollarse y realizarse en el propio proceso de enseñanza-aprendizaje. En la segunda, implica desarrollar una actitud en los alumnos ante los logros que van teniendo en la escuela.
12. Es necesaria la contextualización del conocimiento y las habilidades de pensamiento crítico y creativo. Se extrapolan técnicas creadas para una actividad docente a otra completamente diferente.
13. Las necesidades fundamentales del alumno están relacionadas con enseñarle a pensar creativa y reflexivamente, o sea, a pensar de manera excelente. Lo que se requiere es un alumno imaginativo y cuestionador de las verdades que aparecen a través de la voz del maestro o de los libros de textos.
14. Quitar los lentes empañados que en determinadas ocasiones no permiten ver la ignorancia.
Es necesario favorecer que el alumno busque fuentes alternativas de lectura a las oficialmente sugeridas y dejar un espacio de conocimiento a aportar por éste durante la clase.
15. Es más valioso cubrir una pequeña proporción de conocimientos a fondo que una gran cantidad. Es más útil que el alumno obtenga una pequeña parcela del conocimiento que una gran cantidad.
16. Pensar de forma creativa y reflexiva por parte del alumno puede darse rara vez de forma verbal del maestro hacia los alumnos. Puede crear una atmósfera creativa que favorezca las condiciones óptimas para que el alumno aprenda por sí mismo a pensar de estas maneras.
17. Convertir las aulas en espacios para asombrarnos, experimentar e investigar. Para lograr el docente propicia un conocimiento lleno de sorpresas y situaciones inesperadas, lleva a los alumnos a disfrutar de lo inesperado.
18. Los estudiantes necesitan tratarse como personas. Tener una buena comunicación cuando están creando o pensando. Necesitan aprender a retroalimentarse a sí mismos y a los otros durante un proceso creativo o crítico.
19. El cuestionamiento. Es un excelente indicador de que se está trabajando el pensamiento creativo y crítico. Los maestros tienen a la pregunta como una de sus estrategias fundamentales.
20. Construcción de las habilidades de pensamiento creativo y crítico a trabajar en dos planos. Se parte de que todo lo aprendido y por aprender por el alumno se le va a presentar siempre en dos planos: uno fuera de él (interpsíquico) y el otro dentro de él (intrapsíquico).
21. Matrimonio entre los conceptos cotidianos. trae el alumno acerca de la habilidad de pensamiento creativo o crítico, se debe tratar de que el alumno comente sobre los conceptos cotidianos que posee acerca de la habilidad o conocimiento a trabajar para vincularlos de manera orgánica con los científicos. De esta manera los conceptos científicos se enriquecen de la vida cotidiana de los estudiantes que transcienden las paredes del aula.
22. Unidad de lo cognoscitivo y lo afectivo en cada sesión de atmósferas creativas. Se parte siempre de que la actividad lúdica, esté va a movilizar los recursos afectivos e intelectuales de la persona que esté ejercitando en ese momento la misma.
A manera de conclusión pudiéramos señalar lo siguiente:
Educar en la creatividad debe orientarse al desarrollo personal y mejora profesional de la práctica educativa en el proceso de enseñanza-aprendizaje dentro de un contexto histórico social partiendo del criterio de que la creatividad nos permite tener una actitud flexible y transformadora que propone romper las murallas o barreras para edificar la nueva escuela del futuro.

Resumen de los 6 sombreros para pensar de Edward de Bono



RESUMEN: “LOS SEIS SOMBREROS PARA PENSAR”
(Edward De Bono)

Aprendamos a pensar con el sombrero indicado

"Actuar como si"
Si actúas como un pensador te convertirás en uno
No importa cuan buenos seamos, siempre querríamos ser mejores. Generalmente, los únicos que están satisfechos con su capacidad de pensamiento son aquellos pobres pensadores que creen que el objetivo de pensar es probar que tienen razón - para su propia satisfacción.
...Pensar no es una excusa para no hacer, sino un modo de hacer las cosas mejor. Así que manos a la obra.

Poniéndose un sombrero
Un proceso muy deliberado
El ponerse un sombrero de un modo deliberado es algo muy preciso.
Esta imagen mental de alguien que usa un verdadero sombrero para pensar podría servir para evocar el estado mental tranquilo y despreocupado necesario para que cualquier pensamiento implique algo más que meras reacciones frente a una situación.
Se trata de dirigir la atención y dé tener un modo de hacerlo.
El tipo de pensar que traza mapas requiere cierto distanciamiento. No así el tipo automático de pensamiento (caminar-hablar-respirar). En realidad, este tipo de pensamiento reactivo sólo puede funcionar cuando hay algo ante qué reaccionar. Por esto la noción de que el pensamiento crítico es la forma más completa de pensamiento puede resultar muy peligrosa.
Dos tipos de pensamiento: el rutinario y el deliberado (para pensarlo)
Un programa para enseñar a pensar. Se llama TIC (Tarea de Investigación Cognitiva). Actualmente lo utilizan varios millones de escolares de diferentes países. La primera lección se llama PMI En lugar de sólo reaccionar ante una determinada situación, el joven traza un mapa simple. Para hacerlo, contempla primero la dirección "Plus" (positivo) y anota lo que observa. El joven dirige después su atención hacia la dirección “Minus” (negativo) y finalmente hacia la dirección "Interesting” (interesante) (para todas las cosas que vale la pena anotar pero no encajan ni en "Plus" ni en "Minus"). El mapa está trazado. El pensador elige su ruta.
Intención y desempeño
Ser un pensador no implica tener la razón constantemente. En realidad, quien siempre cree tener la razón es muy posible que sea un pobre pensador. Ser un pensador no implica ser inteligente. Tampoco implica que pueda resolver todos los ingeniosos problemas que la gente me presenta esperando que yo los resuelva siempre. Ser un pensador implica querer conscientemente serlo.
La intención es el primer paso. Es fácil y difícil al mismo tiempo. Bastante parecido a los hábitos Zen, sobre los que es fácil escribir pero no tan fácil realizar.
El aspecto del desempeño. La respuesta es afirmativa si la postura es deliberada, y negativa si es natural.
De este modo la decisión que tomes será mejor que una improvisada sobre la marcha.
Los seis "sombreros para pensar" ofrecen una forma de traducir la intención en desempeño efectivo.
Representar un papel
Unas vacaciones del ego
El rol amplio del sombrero para pensar se descompone en seis diferentes roles de personajes, representados por seis sombreros para pensar de distintos colores.
Eliges qué sombrero para pensar adoptas en un momento determinado. Te pones ese sombrero y representas el papel que define- ese sombrero. Te observas desempeñando ese rol. Lo representarás lo mejor que puedas. Tu ego queda así protegido por el rol. Tu ego se compromete a representarlo bien.

El propósito del pensar con seis sombreros
Los seis "sombreros para pensar" ofrecen una forma de traducir la intención en desempeño efectivo.
El primer valor de los seis "sombreros para pensar" es el de la representación de un papel definido. Los sombreros nos permiten pensar y decir cosas que de otro modo no podríamos pensar ni decir sin arriesgar el ego. Disfrazamos de payasos nos autoriza a actuar como tales.
El segundo valor es el de dirigir la atención. Debemos hallar un modo de dirigir la atención a un aspecto después de otro.
El tercer valor es el de la conveniencia. Ofrece un modo conveniente de pedir a alguien (incluso a ti mismo) que cambie de modo. Puedes pedir a alguien que sea o que deje de ser negativo. Puedes pedir a alguien que dé una respuesta puramente emocional.
El cuarto valor es la posible base en química cerebral.
El quinto valor surge de establecer las reglas del juego. Uno de los medios más eficaces para enseñar a los niños es el aprendizaje de las reglas del Juego.
Seis sombreros, seis colores
Cada uno de los seis sombreros para pensar tiene un color: blanco, rojo, negro, amarillo, verde, azul.
El color de cada sombrero está relacionado con su función.
Sombrero Blanco: El blanco es neutro y objetivo. El sombrero blanco se ocupa de hechos objetivos y de cifras
Sombrero Rojo: El rojo sugiere ira, furia y emociones. El sombrero rojo da el punto de vista emocional.
Sombrero Negro: El negro es triste y negativo. El sombrero negro cubre los aspectos negativos. Por qué algo no se puede hacer.
Sombrero Amarillo: El amarillo es alegre y positivo. El sombrero amarillo es optimista y cubre la esperanza y el pensamiento positivo
Sombrero Verde: El verde es césped, vegetación y crecimiento fértil, abundante. El sombrero verde indica creatividad e ideas nuevas.
Sombrero Azul: El azul es frío, y es también el color del cielo, que está por encima de todo. El sombrero azul se ocupa del control y la organización del proceso del pensamiento.
Es fácil recordar la función de cada uno si se recuerda el color y las asociaciones. La función del sombrero se desprende de esto. También se los pueden pensar como tres pares:
· Blanco y rojo
· Negro y amarillo
· Verde y azul

El sombrero blanco
Hechos y cifras
En el tipo de pensamiento que traza mapas, el que sostengo, primero debemos trazar el mapa y luego elegir la ruta. Esto significa que debemos tener antes que nada los hechos y las cifras.
Así pues, el pensamiento del sombrero blanco es una manera conveniente de pedir que las cifras y los hechos se expongan objetiva y neutralmente.
El sombrero blanco da una especie de dirección hacia la cual dirigirse para tratar la información. Podemos proponernos jugar el papel del sombrero blanco lo mejor posible.
Esto significa proponemos obtener los hechos puros. Es evidente que desempeñar el rol de sombrero blanco requiere algo de habilidad, probablemente más que para otros sombreros.
El pensar de sombrero blanco se convierte en una disciplina que anima al pensador a separar en su mente con toda claridad el hecho de la interpretación.
La norma clave del pensamiento de sombrero blanco consiste en no presentar nada a un nivel más alto que el que corresponde realmente. Cuando una afirmación se formula adecuadamente como creencia, entonces se la puede poner en circulación y uso.
El pensamiento de sombrero blanco sé ocupa de la información utilizable. Por lo tanto la expresión "en general" es perfectamente aceptable. El propósito de la estadística es dar un carácter específico a esta expresión imprecisa. No siempre es posible reunir tales estadísticas, por lo tanto a menudo debemos recurrir al doble sistema (creencia, hecho verificado).
Queda claro que el pensamiento de sombrero blanco excluye elementos valiosos como presentimientos, intuiciones, juicios basados en la experiencia, sentimientos, impresiones y opiniones.
El blanco (ausencia de color) indica neutralidad.

El sombrero rojo
Emociones y sentimientos
El pensamiento de sombrero rojo se refiere a emociones, sentimientos y aspectos no racionales del pensar.
Este sombrero autoriza formalmente a expresar sentimientos que van desde la pura emoción hasta el presentimiento. Con el pensamiento de sombrero rojo nunca hace falta justificar o explicar lo que se siente. Con este sombrero puedes desempeñar el rol de pensador emocional que en primer lugar reacciona y siente antes que proceder racionalmente paso a paso.
En cierto modo, el sombrero rojo permite que alguien conecte y desconecte el modo emocional en pocos instantes. Te pones el sombrero rojo y te lo quitas.
El pensamiento de sombrero rojo nos permite ser valientes y abiertos con nuestros sentimientos, sin el sombrero rojo tendemos a limitarnos a las palabras más fuertes complementadas con el tono y la expresión facial.
El sombrero rojo permite que el pensador tenga la libertad de ser algo poeta con sus sentimientos. Da a los sentimientos el derecho de hacerse visible.
El sombrero rojo cubre dos amplios tipos de sentimiento. En primer lugar, las emociones comunes, que varían desde las fuertes, como miedo y disgusto, hasta las más sutiles como la sospecha. En segundo lugar, los juicios complejos, como presentimientos, intuiciones, sensaciones, preferencias, sentimientos estéticos.

El sombrero negro
Lo que tiene de malo
El pensamiento de sombrero negro mira el lado oscuro o "negro" de las cosas, pero siempre se trata de una negrura lógica. Con el negro se debe dar siempre razones lógicas y relevantes.
El pensamiento de sombrero negro debe ser lógico y veraz, pero no tiene que ser justo. Presenta el aspecto lógico - negativo: por qué algo no funcionara.
Aunque el sombrero negro es el "sombrero de la crítica", quiero que quede absolutamente claro que no es una cuestión de ponerse de un lado en una discusión. No hay ni lados ni discusión. El sombrero negro se concentra en lo lógico-negativo.
El carácter específico del sombrero negro alivia al pensador de la necesidad de ser justo y mirar los dos lados de una situación.
Uno de los usos más simples y más obvios del pensamiento de sombrero negro es poner a prueba las cifras y los informes, el propósito del sombrero negro es señalar los hechos erróneos o los que posiblemente sean inaplicables.
El pensar de sombrero negro se ocupa específicamente del juicio negativo. El pensador de sombrero negro señala lo que está mal, lo incorrecto y erróneo. Señala: que algo no se acomoda a la experiencia o al conocimiento aceptado; por qué algo no va a funcionar; los riesgos y peligros; las imperfecciones de un diseño.

El sombrero amarillo
Especulativo-positivo
El pensamiento positivo tiene que ser una mezcla de curiosidad, placer, codicia y deseo de "hacer que las cosas ocurran." Puede argüirse que el progreso del hombre depende de este deseo.
Aunque el pensamiento de sombrero amarillo es positivo, requiere tanta disciplina como el sombrero blanco o el negro. No se trata sólo de dar un juicio positivo sobre algo que se plantea. Es una búsqueda deliberada de lo positivo. Esta búsqueda a veces resulta infructuosa.
La variedad de lo positivo va desde lo optimista en exceso hasta lo lógico - práctico. El pensamiento de sombrero amarillo abarca los juicios-positivos. El pensador de sombrero amarillo debería hacer los mayores esfuerzos para dar respaldo al optimismo que ha manifestado.
El pensamiento constructivo se ajusta al sombrero amarillo, porque todo pensamiento constructivo tiene una actitud positiva. Las propuestas se hacen para que algo mejore. Puede tratarse de la solución de un problema. Puede tratarse de efectuar mejoras parciales. Puede tratarse del aprovechamiento de una oportunidad. En cada caso, se hace la propuesta con el fin de originar algún cambio positivo.

Pensamiento de sombrero verde
Pensamiento creativo y lateral
El sombrero verde para pensar se ocupa específicamente de ideas nuevas y de nuevas formas de enfocar las cosas. El pensamiento de sombrero verde se ocupa de desechar las ideas viejas para encontrar otras mejores. Se ocupa del cambio.
Necesitamos creatividad, porque creemos que las cosas se pueden hacer de un modo más sencillo o mejor.
El sombrero verde, por sí mismo, no puede hacer que la gente sea más creativa. Puede, sin embargo, dar a los pensadores el tiempo y el "foco" para serlo. Si uno pasa más tiempo buscando alternativas, es probable que encuentre más. Muy a menudo las personas creativas sólo son personas que pasan más tiempo intentando serlo porque la creatividad los motiva.
La provocación es un elemento importante del pensamiento de sombrero verde y se representa con la palabra "OP" como indicador simbólico de que sé está exponiendo una idea como provocación y por su valor de movimiento. La expresión proviene de "Provocative Operation" (operación provocadora).
El pensamiento creativo se halla, en general, en una posición débil, porque no parece parte esencial del pensamiento. La formalidad del sombrero verde junto a los otros aspectos, colabora a que se lo reconozca como parte del pensamiento.

El sombrero azul
Control del pensamiento
El color azul es símbolo de control panorámico, sugiere también distanciamiento, tranquilidad y autodominio.
El pensamiento de sombrero azul debería usarse para monitorear cualquier desviación.
Podría efectuarse ahora una mezcla de pensamientos de sombreros blanco, amarillo y verde, para desarrollar y hacer avanzar cada una de las propuestas. Esta es la etapa del pensamiento constructivo.
El pensamiento de sombrero amarillo, solo, se usa ahora para dar una evaluación positiva de cada una de las alternativas que se considera son posibilidades serias.
Luego se utiliza el pensamiento de sombrero negro en un sentido selectivo. El propósito del sombrero negro es señalar que alternativas son imposibles o inutilizables.
El cargo del sombrero azul, que formula un panorama global de lo obtenido y, asimismo, organiza la estrategia de la "elección de ruta".
Le sigue el pensamiento de sombrero rojo, que permite que los pensadores expresen sus sentimientos sobre las opciones disponibles.
Finalmente, una sesión de sombrero azul determina la estrategia para pensar la implementación.
Él pensamiento de sombrero azul se asegura de que se respetan las reglas del juego.
El sombrero azul es el sombrero del control. El pensador del sombrero azul organiza el pensamiento mismo. Pensar con el sombrero azul es pensar acerca del pensamiento necesario para indagar el tema. Es quien propone o llama al uso de los otros sombreros. El pensador de sombrero azul define los temas hacia los que debe dirigirse el pensamiento. Define los problemas y elabora las preguntas. El pensamiento de sombrero azul determina las tareas de pensamiento que se van a desarrollar.

En conclusión, los seis sombreros permiten pensar de ciertos modos. El concepto de los seis sombreros para pensar tiene dos propósitos centrales. El primero es simplificar el pensamiento, permitiendo que el pensador trate una cosa después de otra.
El segundo propósito central es permitir una variación en el pensamiento.
El uso de los sombreros hace del pensamiento un proceso de dos etapas. La primera, de elaborar el mapa. La segunda, es de elegir la ruta, en el mapa. Uno de los seis sombreros pone un tipo de pensamiento en el mapa.